Sendero Errekaidorra. Selva de Irati

Sendero Errekaidorra. Selva de Irati

DISFRUTANDODELCAMINO

No vamos a descubrir nada, añadiendo algo sobre lo mucho que hay escrito sobre uno de los hayedos-abetal más grandes y mejor conservados de Europa y de su indiscutible belleza. La cercanía de la Selva de Irati, con nuestro pueblo (Salvatierra de Esca) nos invita a venir a este lugar lleno de vida y darnos un baño de naturaleza.

Hoy es lunes y pensábamos disfrutar casi en solitario y en silencio del esplendor del bosque, pero, qué va!, la atracción que despierta, sobrepasa los fines de semana y festivos. Cada año, este rincón del Pirineo navarro, acrecienta la afluencia de gentes venidas desde toda España, en busca de sensaciones vinculadas a los colores del otoño y la caída de la hoja, llegando incluso a tener que regular el acceso a Irati, desde Ochagavía.

El río Irati, nace en este lugar de la confluencia de los ríos Urtxuria y Urbeltza, para embalsar poco después en Irabia

La extensa masa forestal de la Selva de Irati, de gran riqueza medioambiental, se extiende en su mayor parte entre los valles de Aezkoa y Salazar y en menor medida, por lo valles franceses de Cize y de Soule. Pese a su explotación forestal, Irati, sigue manteniendo su encanto con paisajes cautivadores que te dejan con la boca abierta. Prácticamente en el centro de este espacio natural, se encuentran el embalse de Irabia y las Casas de Irati, lugar desde el que parten infinidad de senderos; entre ellos, el que vamos a recorrer dando un sencillo paseo entre las hayas y abetos centenarios del bosque, cuando la explosión de colores es todo un espectáculo.

09:08 El hayedo de Irati se viste de otoño en pleno esplendor

Se trata del precioso sendero temático de Errekaidorra, cuyo recorrido circular de unos 10 kilómetros, transcurre en torno al río Urbeltza, alternando una amplia pista con pequeños tramos por sendero. Señalizado con placas amarillas, pasa por la bonita cascada del Cubo, se interna en tierras francesas y requiere diversas paradas a lo largo del camino, donde podemos conocer el uso industrial de los recursos forestales de Irati a largo de la historia; la madera para producir mástiles y muebles, cómo la transportaban, la finalidad que tenían las carboneras…en definitiva, una lección de historia reforzada con escenarios de museo al aire libre de esas prácticas, además de disfrutar de este entorno natural maravilloso.

Descripción general del recorrido

El sendero interpretativo transfronterizo en el que participan los territorios de Salazar, Aezkoa, Soule y Cize, comienza en el aparcamiento de las Casas de Irati, donde existe un panel informativo de la ruta. A lo largo de este interesante sendero, balizado con placas amarillas y flechas direccionales en color negro, pasaremos por la bonita cascada del Cubo y podremos apreciar los puntos de interés de este museo al aire libre, que refleja la explotación de la madera en el siglo pasado y con paneles informativos que nos permitirán conocer la historia, la fauna, la flora, la gestión del territorio, la vida en Irati, etc…

Durante los 4,9 kilómetros primeros, momento en el que llegamos a un cruce de caminos en el collado de Urbeltza, el sendero coincide con el GRT 9, balizado en blanco y rojo. Desde allí, comenzaremos el regreso, coincidiendo durante 700 metros con GR 12, que se dirige al puerto de Larrau. Nosotros, seguiremos por pistas y senderos, durante algo más de 3 kilómetros, atendiendo las placas amarillas hasta llegar al tramo final, en la zona de Auztegia, donde coincide con el SL-NA 62 “Senda del río Urbeltza”, balizado en blanco y verde.

Mapa y Perfil

Sobre el mapa el recorrido circular, en color rojo

Perfil de la ruta

Nuestra ruta

Casas de Irati

Situadas a escasos 100 metros de la Ermita de Nuestra Señora de las Nieves, en el corazón de la Selva de Irati, son una de las puertas de entrada más emblemáticas para explorar la inmensidad y biodiversidad de este bosque navarro. Hasta aquí, se llega por la carretera de Abodi o NA-2012, que se coge al entrar en el pueblo de Ochogavía y en unos 40 minutos, tras cruzar el collado de Tapla (23 km), se llega al Centro de acogida, que cuenta con todo tipo de servicios, incluido, un espacioso estacionamiento donde se puede dejar el vehículo. En invierno, el acceso puede estar cerrado, por lo que mejor consultar el estado de la carretera aquí.

Justo antes de cruzar el puente sobre el río Urbeltza, tenemos un panel con información del sendero Errekaidorra. Para comenzar la ruta, nos acercaremos al punto de información, donde pagaremos la tasa de mantenimiento (7 €) de este entorno protegido y nos dan información de senderos balizados, que parten desde aquí. Pocos coches en el aparcamiento a esta hora de la mañana. Lleno, cuando volvemos.

09:00 Puente sobre el río Urbeltza

Junto al aparcamiento parte el sendero señalizado con placas amarillas “Errekaidorra”. Siguiendo la pista forestal, que sube aguas arriba, paralela al río Urbeltza, encontraremos paneles con información de la flora y fauna del entorno y un refugio de montaña junto al río. En unos 20 minutos, llegamos al acceso a la cascada, 1,3 km.

09:05 Pequeñas hojas rojizas, enmoquetan el comienzo del sendero

09:20 Bonita estampa del refugio envuelto entre la vegetación 

Cascada del Cubo

Desde el desvío, solo tenemos que descender unos metros hasta el río y disfrutar de este bello rincón donde se precipitan la aguas del Urbeltza de forma escalonada. No ha llovido en muchos días y eso hace que las aguas fluyan con tranquilidad.

09:25 Río Urbeltza. Cascada del Cubo,

Volvemos al desvío para continuar el sendero entre el hayedo. A partir de aquí, iremos parando por los distintos lugares interpretativos, de gran interés didáctico y por este orden: los Remos, el Mástil, la Esclusa, la Carbonera, los Cables y las Vías. Aprenderemos el motivo por el que las hayas y abetos de estos bosques eran tan codiciados, que sistemas utilizaban para su transporte y cómo regulaban el caudal del río para arrastrarlos a lo largo de grandes distancias.

09:27 Las bases de los troncos, rincones y suelos tapizados de abundante musgo

Los Remos

A la izquierda de la pista, cuando llevamos 1, 7 km, encontramos el primer puesto temático, Los Remos. En un panel, se explica que durante varios siglos el destino más importante de las hayas de Iratí, era para la fabricación de largos remos de más de doce metros que se utilizaban en las galeras y en todo tipo de embarcaciones. Eran tan pesados que se necesitaban tres o cuatro remeros para moverlos. Aquí se pueden ver varios modelos de diferentes tamaños, en la forma en que salían del bosque.

09:33 Para fabricación de “Remos”, se utilizaban hayas rectas, sin nudos, ni defectos

Los Mástiles

Un kilómetro y medio más adelante (3,1 km), y siguiendo las marcas rojas y blancas del sendero GRT 9 (¡Ojo! el GPS, nos ha fallado en este tramo, no ha seguido la pista y nos ha hecho una recta) llegamos a la siguiente área interpretativa, Los Mástiles. Aquí nos informamos sobre el uso de los abetos más largos y de madera resistente en la fabricación de los mástiles en los más importantes astilleros de la época y que sostenían las velas de los grandes galeones del siglo XVII y XVIII.

10:00 Hasta hace 150 años, los barcos se construían totalmente de madera

La Esclusa

De vuelta al camino, nos desviamos para observar la antigua esclusa que se utilizaba para hacer descender los troncos de las maderas por el río, 3,2 km. Debido a la escasez de agua, que limitaba el transporte fluvial a cortos periodos, se construyeron estas presas con el propósito de aumentar el nivel del río y facilitara el empuje de los troncos río abajo. Las más importantes se construyeron de piedra, pero las situadas en pleno bosque, como esta, eran de madera y herrajes, aunque estaban en constante reparación debido a las riadas y el azote de los propios maderos. Con el tiempo se fueron perfeccionando, levantando un refuerzo lateral en piedra.

10:04 Restos del refuerzo lateral de piedra de la esclusa

Reanudamos la marcha por la pista. 500 metros más adelante, llegamos a una bifurcación señalizada, donde tomamos el sendero que desciende hacia la derecha. Muy pronto deberemos superar una empinada cuesta hacia arriba. Al llegar a un nuevo cruce, seguimos por la izquierda atendiendo las marcas de pintura roja y blanca, además de las flechas sobre fondo amarillo que nos marcan el camino.

10:15 Conforme ganamos altura, vemos el río Urbeltza, más abajo

Al final de la cuesta habremos llegado al punto más alto del recorrido, 965 m. lugar, según vemos en el mapa, nos adentramos en territorio francés. Poco después, cuando atravesamos un paso fronterizo de madera, dejamos atrás el bosque, saliendo a una zona despejada. Por una pista herbosa de color verde primaveral, llegamos a un cruce de caminos del GRT 9 con el GR 12 (4,9 km, 950 m).

10:33 Paso de madera, donde salimos a zona despejada

10:34 Pista verde primaveral, en territorio francés, antes del cruce de caminos

Cruce de caminos GRT 9 con GR 12

Desde este cruce de caminos, que algunos llaman collado de Urbeltza, iniciamos el regreso. El sendero continúa por la derecha, descendiendo por la pista asfaltada, hasta el puente de cemento que cruza el Urbeltza. No tardamos ni doscientos metros para dejar el sendero de gran recorrido GR 12, que se dirige por la izquierda hacia el puerto de Larrau. Continuamos por la pista siguiendo las indicaciones del sendero Errekaidorra y 500 metros después, llegamos al siguiente punto interpretativo.

10:38 Cruce de caminos GRT 9 y GR 12

10:46 Puente sobre el río Urbeltza

10:58 Mañana húmeda. Los rayos de sol atraviesan el arbolado cada vez menos tupido

Carbón y Ceniza

Aún en territorio francés, llegamos al lugar donde descubrimos una antigua carbonera, 5,9 km, de la que se sacaba el carbón y cuyas cenizas se utilizaban para fabricar el vidrio. El carbón y las leñas, fueron durante siglos, la principal fuente de energía de que disponían los humanos.

11:00 Para fabricar el carbón, se apilaba la leña de forma muy ordenada y se cubría con tierra

Volvemos al camino por el que, en pocos minutos, llegamos al parking Soule Xiberoa, donde hay un cartel de madera con el nombre de “Patxula”, que hace referencia a la ruta de senderismo que lleva desde este punto hasta el monte Parxula, 1427 m y las Casas de Irati. Un cartel bien encuadrado en una pared de piedra, informa sobre este sendero de Errekaidorra, fruto del proyecto transfronterizo desarrollado por las Juntas de Salazar y Aezkoa, y las Commissions Syndicales de Soule y de Cize.

11:02 Parkng Soule Xiberoa

Ahora, estaremos atentos para abandonar la pista, ya que por la derecha nace un sendero que desciende por el bosque y que tomamos. Seiscientos metros más adelante encontramos el siguiente punto didáctico.

Los Cables

En pleno bosque, cuando llevamos 6,7 kilómetros, llegamos al escenario natural de Los Cables.  Se trata de una recreación de la vieja estructura que se utilizaba para transportar la madera hacia Francia (al norte) a través de unos cables de acero. Hacia el sur se hacía a través del río.

11:17Piezas y cables originales que fueron abandonados tras la finalización de los trabajos en 1953

Pronto nos adentramos en territorio español, donde vemos el mojón francés Nª 231, situado junto a la esclusa vista esta mañana. Tras cruzar un barranco por la pasarela Límite Franco Hispano, por una corta pero empinada cuesta llegamos a la pista Logibeltza (7 km).

11:23 Esta pasarela que atraviesa el arroyo, simboliza los lazos forjados entre estos valles

Tras avanzar 1,6 kilómetros por ella, con bellas estampas del otoño, la abandonamos, tomando la senda del río Urbeltza “SL NA 62, que nace 100 metros antes de llegar al escenario museo de las Vías (Senda que transcurre entre las Casas de Irati y la interesante zona de abetos de Auztegia, cercana a la cascada de El Cubo).

11:31 Irati, son 17000 hectáreas repletas de hayas y abetos

11:54 Como en otros muchos bosques pirenaicos en los que reina la humedad, el musgo, está muy presente

Vías Férreas

Llegamos a las vías “Decauville” (8,7 km), lugar donde está representado cómo se transportaban los troncos por medio de una estrecha vía férrea, ligera y desmontable. Se utilizaron en la extracción de madera hasta los años 1950, antes de la aparición de cables y camiones.

11:57 Museo de transporte de la madera por estas estrechas vías

El último tramo que nos queda, seguimos paralelos al cauce del río curso abajo, donde vemos en la otra margen del Ulbeltza, el bonito refugio que hemos visto en la ida. Cuando llevamos 9,3 kilómetros, salimos a la pista, que ya no dejaremos hasta llegar el punto final en el aparcamiento. Antes pasaremos por de las Casas de Irati, donde hay servicio de restauración, al que volvimos para relajarnos tomando unas cervezas y unos buenos bocadillos.

12:02 Rincones hechizados y colonizados por helechos, habituales en las umbrías de las hayas

12:04 Agua limpia y cristalina del Urbeltza que discurre suavemente río abajo

12:04 Refugio, en la otra margen del Urbeltza

12:19 Irati, un universo de colores inimaginables, cambiantes con cada estación

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«Andar por andar, es suficiente, pero andar disfrutando del camino es mucho mejor«

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